Brian Tyler le está cogiendo el tranquillo al “cine de superhéroes”, postulándose a día de hoy como la mejor elección de cara a obtener un sonido excitante, pegadizo y desprovisto del oscurantismo electrónico que tanto abunda últimamente en el cine de acción y aventuras. Se le empieza a adivinar un estilo, al que va incorporando recursos, algunos prestados pero de probada efectividad, confiriendo a cada nuevo trabajo un toque diferente al anterior, evitando así sonar repetitivo. Este año está siendo su año y, tras grandes scores como Iron Man 3 y Thor: The Dark World, sigue la buena senda con Teenage Mutant Ninja Turtles. Recuperando lo mejor del viejo estilo, Brian Tyler basa la fuerza de esta banda sonora en un pegadizo y potente leitmotiv, que presenta en el primer corte Teenage Mutant Ninja Turtles y luego reproduce con acierto a lo largo de todo el trabajo (Shortcut, TMNT March, etc) y que, en alguna ocasión, arregla parcialmente en una suerte de marcha militar (Cowabunga). En Adolescent Genetically Altered Shinobi Terrapins desarrolla una segunda melodía de gran belleza pero breve y que lamentablemente no se vuelve a escuchar en el resto de la obra más que en pinceladas. Rise of the Four, representa a la perfección el magnífico sentido del ritmo que despliega el americano, con un in crescendo coral que da paso al leitmotiv en lo que parece el momento de presentación en sociedad de los 4 adolescentes con caparazón. Dicho recurso lo volveremos a oír en Adrenaline. No faltan los temas de acción hiper-revolucionados (Splinter Vs. Shredder, Turtles United) más próximos al estilo del cine actual, pero siempre con notas en segundo plano y breves apariciones del leitmotiv que les confiere el toque adecuado. Aunque es común a toda la partitura, es en estos temas donde más resalta el enorme protagonismo de los instrumentos de viento, la percusión y los coros que, si bien suelen ser un recurso fácil para dotar de profundidad una escena, no parece que aquí sobren. Y como si de demostrar recursos se tratase, además de lo mencionado, de modo aislado también incorpora brevemente el piano en Project Renaissance. A pesar de la marcada temática de la película, que podría hacer de esta obra una tediosa tardea auditiva, la variedad y ritmo de la que hace gala, la convierte en un disfrute y conviene resaltar, por lo agradecido de la cuestión, que Tyler se aleje cada vez más de los sonidos electrónicos (que aún deja caer en The Foot Clan o Shredder) a los que, tanto él en trabajos previos como sus contemporáneos, nos tenían acostumbrados. Los amantes del sinfonismo tenemos en Brian Tyler, cada vez más, un refugio frente a la franquicia “Zimmer e hijos” Lo mejor: Rise of the Four y el magnífico leitmotiv Lo peor: A alguno/a quizá le resulte demasiado repetitivo el uso del leitmotiv y los coros. No es mi caso.

J.J.L.S